Pero hoy no voy a hablar de política, quiero hablar de un GATO, si habéis leído bien de un gato que se llama CHUS, o mejor dicho, se llamaba CHUS.
Yo vivo en el barrio de Vallbona, y desde que llegamos aquí hace 4 años mi mujer, mi hijo y yo, en el parquing donde vivimos, se instalo una gatita que casi entre todos los vecinos hemos cuidado, ahora esa gatita vive con nosotros.
Pues bien esa gatita, se izo adulta, y tubo varios embarazos hasta que gracias a la protectora de animales la operaron. En uno de esos embarazos nació un gato, del que mi mujer enseguida se enamoro, era CHUS.
De pequeño CHUS era un trasto, me acuerdo las primeras navidades que paso con nosotros, se subía al Belén que habíamos montado en casa, quitaba la figura del niño Jesús, y se ponía él, de hay su nombre.
Ha estado con nosotros cerca de dos años y medio, hoy hace dos días que falleció a causa de un tumor.
Supongo que los tres, mi mujer, mi hijo y yo lo echamos mucho de menos, pero yo se y hablo por mi, que si lo echo mucho de menos.
Y lo echo mucho de menos por varias cosas. Como se ve en la foto de mi perfil, voy en silla de ruedas y me acuerdo que cada noche cuando yo me metía en la cama, el se subía a mi silla y se enroscaba en el asiento.
Allí estaba quizás durante una hora aproximadamente, porque luego se tumbaba entre mis piernas y allí se quedaba toda la noche.
Cuando era chiquitín, me acuerdo que se metía por debajo de las sabanas y se quedaba dormido a los pies de mi mujer.
Era un gato especial, y creo que por eso lo encuentro a faltar tanto, supongo que las personas que no tienen ningún animal en casa, quizás crean que estoy loco pero no todo lo contrario.
Gracias CHUS por los momentos que nos has dado a toda la familia, allí donde estés que sepas que siempre se llevaremos en nuestros corazones.